sábado, 15 de marzo de 2008

BENDITA AGUA

Hace unos días recibi uno de esos correos electrónicos con presentación powerpoint y música de fondo en el que se mostraba una hipotética carta escrita en el año 2070 por una persona que entonces tiene la edad de 50 años. La carta pretendía mostrar la realidad de nuestro planeta en ese momento, centrándose en las graves consecuencias de la falta de agua.

El panorama era desolador. Apenas había unos centilitros por persona y día, el suelo estaba en todas partes seco y agrietado, la gente tenía que lavarse con aceite y otras sustancias.... y andaba con la cabeza rapada por cuestión de higiene.

Se supone que el mensaje de fondo es del de despertar las conciencias y advertirnos seriamente del peligro que corren nuestros hijos y nosotros mismos si no nos tomamos ya en serio el problema de la escasez de agua.

Es de admirar que en países como Colombia, en algunas cosas menos desarrollados que el nuestro, surjan ya inciativas en este sentido. Según el diario TIEMPO, hay más de 10 millones de colombianos que aún no tienen acceso al agua potable. 10 millones, se dice pronto..... Y cuántos habrá en el continente africano ?
La escasez de agua no es un problema de hoy. Lo es para nosotros, pero para muchas personas es una carencia con la que conviven desde su nacimiento y hasta su muerte.
Claro que debemos tomarlo en serio, y claro que debemos tomar medidas, todos, todo lo que esté a nuestro alcance, pero ya no sólo por el futuro de nuestros hijos, sino por el presente de tanta gente que recorre kilómetros y kilómetros a pie para obtener algo que nosotros obtenemos con un simple giro de muñeca.
Es una simple cuestión de respeto. Aunque pudiéramos bañarnos siete veces al día por estar sobrados de recursos hídráulicos, no podemos olvidar que ese es un gesto que roza lo obsceno si somos medio conscientes de cual es la realidad diaria de gran parte de nuestro planeta.
Recuerdo este verano, cuando visité por primera vez a las niñas del hogar de La Troncal, que les conté cómo en España había sequía y se perdían cosechas porque no llovía.
Una de las niñas me miró con cierta conmoción, y dijo "madre mía, tía, y nosotros aquí quejándonos por la lluvia...." .
Hagámoslo por nuestros hijos, por su futuro, pero hagámoslo también por todos aquellos que se enfrentan a ese horrible panorama, el mismo que mostraba la presentación, pero ya no en el 2070, sino tal día como hoy, 18 de Marzo de 2008.

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