domingo, 3 de agosto de 2008

LA VIDA SIGUE



Ayer recibí email de Dana. Me escribe todos los sábados, cuando acaba su clase de sistemas, desde el ordenador de Clara, cuyo despacho queda en el mismo edificio, una planta más arriba.



Me avanza que me voy a entristecer, y está en lo cierto. Ha decidido, una vez acabe el curso, marcharse finalmente a Buenaventura con la otra parte de su familia, vista su delicada situación familiar en Cartagena. (opción A, vivir con su padre recién salido de la cárcel y su abuela, opción B, vivir con su madre y su padrastro que, por lo que cuenta, no la mira con los ojos adecuados). Difícil elección. Así que opta por la C, esto es, por lo malo o lo bueno desconocido, lejos de allí.



Ahí le esperan su hermana, su tía, y no sé cuántos parientes más, creo que allí también hay niños pequeños como su Nicol, así que al menos no se va a sentir solita y probablemente sea más fácil que alguien la cuide si su madre consigue finalmente ponerse a trabajar.



Dana se deshace en palabras de agradecimiento. Sabe que si se va no podremos ayudarla más, pero literalmente me dice que ya "hemos hecho suficiente por ella" y que agradece infinitamente nuestra ayuda "en los momentos más difíciles de su vida"....



Alguien me preguntaba hace poco si realmente se aprovecha bien este dinerito... eso sólo lo dirá el tiempo. No puedo jurarlo. Pero sí sé que ahora que Dana sabe cocinar y algo de manejo de computadores tendrá más posibilidades de encontrar un trabajo.



Hay que pensar en la gran cantidad de adolescentes de su condición, pobres, y sin ningún tipo de conocimiento ni profesión, en un lugar del caribe plagado de turistas, muchos de ellos turistas sexuales, es más que probable que acaben prostituyéndose tarde o temprano.



Así que quiero pensar que si podemos darles la oportunidad de tener una mínima formación en algo que las permita en un momento dado poder ganarse la vida sin tener que vender su cuerpo, ya les hemos dado mucho, les hemos dado una oportunidad. ¿si la aprovecharan todos y todas? Tampoco lo sé, pero ¿aprovechamos nosotros acaso todas las oportunidades que se nos brindan? Quizá ahora sí, pero ¿cómo era cuando éramos adolescentes?



Llego a la conclusión de que ellas la aprovecharán muchísimo más de lo que nosotros aprovechamos a su edad lo que la vida nos brindaba. Desde luego me consta que todas sin excepción se aplican en el estudio y la práctica del curso que se le imparte. Yo no podría decir lo mismo de mí cuando tenía su edad....



Esta semana acabó su segundo curso de repostería Verony Ferrari. Es una niña encantadora - 16 años - que pronuncia su apellido orgullosa, porque sabe que es una marca de coche caro, y supone que de algún modo eso le dá algo más de caché.. Puede sonar algo presuntuoso pero el caso es que esta niña se quedó embarazada de un hombre que la forzó. Así que si algo necesita en esta vida es "subir su caché", véase, su autoestima.



Durante el tiempo que estuve en Cartagena, preguntaba a las niñas qué cursos les gustaría hacer, para ver de qué manera podía conseguir apuntarlas y que a la vez pudieran ir al colegio y no perder ni una clase.



Recuerdo perfectamente la respuesta de Verony. "Tía, usted apúnteme a todo, a todo !!" Yo le pregunté si no le parecía que podría ser demasiado trabajo para ella, pues tendría que desplazarse con "su bombo" con más frecuencia y no tendría apenas tiempo durante el día para descansar. Ella me contestó "Sí, tía, pero prefiero estar cansada a estar pensando. Yo lo que quiero es no pensar".



Verony vino a Cartagena en busca de su padre, que tras su divorcio, vivía con una nueva pareja. Cuando llegó, la pareja había desaparecido y su padre parecía no tener mucho interés en ella. Acabó viviendo con unos familiares de la ex pareja que la acogieron un tiempo, y fue ella misma quien pidió que la llevaran a la fundación, ya embarazada.



Ahora ha tenido su bebé, y es una repostera "de caché", creo que prepara un tiramisú insuperable y en los próximos días hará unas tartas para su despedida, pues se marcha de vuelta a casa de su madre que, esperemos, la recibirá como se merece.



Está contentísima con su bebé, con su capacitación en repostería y con su vuelta al hogar materno.



Y en algo hemos contribuido !!!! Por supuesto, también la hemos regalado un pequeño paquetito de supervivencia para su chiquitín.

Y eso es lo que os cuento esta tarde de domingo.
Feliz semana, y ¡¡ seguiremos informando !!