lunes, 25 de octubre de 2010

Y EMPEZAMOS A TRABAJAR

Ya estamos comenzando a dar los primeros pasos para poner en marcha nuestro proyecto de "jóvenes emprendedores".
Durante esta semana toca reunirse con los profesores de las distintas materias - calzado, costura, belleza, cocina ...- para que nos hagan un listado con sus alumnos o exalumnos destacados. Ya les hemos explicado el perfil que estamos buscando y para la próxima semana esperamos tener ya la primera lista de posibles beneficiarios.
La idea es la de convocarlos, explicarles de qué va el proyecto, y dejarles que ellos también participen, manifestando sus opiniones y alegando sus razones por las que les gustaría poder ser uno de los "elegidos".
Ya en esta primera fase encontramos aspectos que habrá que modificar respecto al proyecto original, con bastante probabilidad.
Cuando les hemos contado a los profesores lo que pretendemos hacer, rápidamente les han venido a la cabeza varios nombres, pero cuando hemos puntualizado que buscamos jóvenes entre 18 y 25 años ya la cosa cambió.
La mayoría de los perfiles "destacados" coincide con mujeres - que son nuestro público prioritario - pero casi todas superan el límite de los 25.
Entendiendo que lo que queremos es garantizar el éxito del proyecto, o lo que es lo mismo, que quien pueda beneficiarse tanto de la formación como del microcrédito para su pequeño negocio sea emprendedor, responsable y comprometido, lo más sensato será dejar que haya también cabida para estas mujeres, que según sus profesores han venido demostrando a lo largo de sus procesos de capacitación tanto la actitud como la aptitud para ser futuras microempresarias. (Además alguna parece que es madre soltera, con varios hijos a su cargo.... en fin, que así a primera vista, parece que merece la pena apostar también por ellas).

Aprovecho este medio para informar de que aún nos falta bastante para llegar al presupuesto de 5.500 Euros, así que todo el que se quiera animar a poner su granito de arena es más que bienvenido.

Por otro lado, de cara al próximo curso que empieza en Enero, en las guarderías de Actuar ya están llegando toda esta semana cientos de mamás solicitando la inscripción de sus hijos.

La verdad es que habría que buscar otro nombre para estas guarderías - de hecho lo tienen, Hogar Múltiple - porque nada tienen que ver con el resto de guarderías que uno encuentra en Cartagena.
Los niños son alimentados de acuerdo con estrictos criterios para garantizar su mejor nutrición y tienen todo tipo de actividades que despiertan su interés por aprender, por empezar a hacer cositas ellos mismos, y cómo no, por jugar.
Estamos revisando también los criterios de ayuda para los niños apadrinados, probablemente para este próximo curso cambiaremos la fórmula, de modo que en lugar de abonarles el curso, lo que haremos será comprarles el uniforme y los materiales que necesiten. También se están revisando los compromisos que adquieren los padres al firmar el "acta de apadrinamiento" y los modos en los que podemos hacer que se comprometan más, que asistan a los diferentes talleres gratuitos que se les ofrecen, todo ello con el fin de que los niños no sólo estén bien en la guardería sino también en su casa.
Bien alimentados, bien cuidados y bien queridos. Suena fácil, ¿verdad? Pues no lo es. En absoluto.... Sin ir más lejos, mi ahijado Deivis iba el otro día de la mano de su mamá, que lo sacaba a la calle a comer algo porque tenía hambre. Eran las 11 de la mañana y el niño no había desayunado. ¿Por qué? Eso quisiera yo saber.... Desde entonces le estoy preguntando todos los días cuando paso a verle a su "clase" lo que ha desayunado, y el todo lindo me contesta: "chocolate y pan".... No es que sea el meyor desayuno, pero al menos algo comió.... Lo malo es que es un niño que estuvo mucho tiempo desnutrido, o malnutrido, y eso, por mucho que hayamos hecho por mejorar su alimentación, le queda ahí para siempre.
Aunque está mucho mejor que cuando lo "adoptamos" hace 2 años, sigue siendo un niño demasiado lento para todo. Come despacio, anda despacio, corre despacio.... Mi Deivis...
Yo seguiré contando por aquí las novedades, tanto del proyecto de los jóvenes como de los niños apadrinados y por apadrinar, y entre medias, contaré alguna de las historias rocambolescas que se me presentan a diario sin avisar.
Abrazos a todos.

domingo, 24 de octubre de 2010

PRIMEROS DIAS PRIMERAS IMPRESIONES

Cartagena…. Tiene tantas historias que podría contar diez distintas cada día y no dar abasto.. Basta decir que, en mi opinión, ese realismo mágico tan aclamado a García Márquez no es sino la pura realidad de lo que aquí sucede, su mérito es el de saber retratar a los distintos estratos de la sociedad cartagenera, más que el de imaginar personajes o relatos más o menos surrealistas….porque existir, existen.
Pero vamos con estos primeros días de contrastes con el mundo “civilizado” del que vengo.
Ayer sábado dediqué la mañana a acompañar a una ingeniera agrícola (sueca, por cierto) que trabaja para Actuar por Bolívar, en una de sus visitas periódicas a patios productivos.
Estuvimos en dos de los muchos que hay por aquí, y ambos me dejaron impresionada. El primero era cultivado por una mujer de cuarenta años con tres hijos a su cargo – Lupe – que junto con sus padres, mayores ya, se dedica a cultivar maíz, ñame, yuca, albahaca, berenjenas, todo tipo de frutas tropicales….
Se trata de una familia de desplazados, esto es, gente que tuvo que huir de sus lugares de origen, dejando bienes, negocios, amigos y seres queridos, a consecuencia del conflicto armado que aún castiga determinadas zonas de este paradisíaco país.
La mujer aparte de explotar su pequeña finca, hace trabajos de costura, y estudia contabilidad en la Universidad, para poder controlar mejor su negocio. Me enseñó los “deberes” que le habían puesto para el lunes y no fui capaz de darle ni una pequeña ayudita…..Me estoy haciendo mayor…..
Llegaron aquí sin nada y a base de microcrédito y mucho mucho esfuerzo consiguen salir adelante. Gracias a Actuar, además, son proveedores de una asociación hotelera, que les compra sus productos como forma de poner en marcha algún tipo de fórmula de responsabilidad social corporativa, apoyando a su comunidad.
De este modo, esa albahaca que vi cultivada en aquel huertillo de El Membrillal, hoy estará decorando una deliciosa ensalada caprese en el lujosísimo hotel Santa Clara de Cartagena. Y la historia que hay detrás de esa hojita de albahaca me parece fabulosa.
Dejamos atrás a la señora Lupe (olvidé decir que su hijo el pequeño, Daniel , que anda por los 10 años, ya está empezando a ejercer de distribuidor y comercial, y le encanta su profesión), y entramos en otro patio productivo, éste explotado al 100% por personas mayores de 65 años.
Otro tema que me impresiona muchísimo aquí es cómo la gente “mayor” resulta ser infinitamente más trabajadora que la gente joven.
Yo me paso el día intentando echarles una mano a los jóvenes que he conocido años atrás en distintos hogares de fundaciones, buscándoles quien les financie la formación, ayudándoles a conseguir trabajo, y todos resultan bastante menos motivados para el sacrificio y el esfuerzo que cualquiera de estos abuelitos que cultivan su huerto del Membrillal.
Les compro unos platanitos pequeños pero deliciosos, y el encargado hace elogio de sus numerosas virtudes alimenticias, y de su poder afrodisíaco. Le miro algo escéptica, pero al juzgar por su sonrisa de oreja a oreja y el delatador brillo de sus ojos va a ser que sí…
Caminando por la plantación, nos encontramos con un señor bien viejito, que andaba cortando hojas con un machete, se veía bastante estropeadillo el pobre, y me contaron que había ido a sustituir a su hermano que se encontraba aún peor… El hombre tendría mil achaques, pero ahí estaba, un sábado entero, dedicado a la poda con toda su ilusión, feliz de sentirse útil y de ser productivo a pesar de las restricciones que su propia edad le impone.
Los viejitos de acá. Abuelas que cuidan de 6 nietos propios y ajenos para que las madres puedan trabajar, abuelos que mantienen familias enteras con pequeños trabajos que hacen aquí y allá….
Como esa otra viejita que según ella quería “poder aportar su granito de arena en la casa” (que por supuesto ella limpia, ordena y mantiene) y está cursando para ello una capacitación en fabricación artesanal de calzado. Le pregunté su edad. Respuesta: 80.
Y de repente, yo que vine aquí entusiasmada con el proyecto de apoyo a jóvenes emprendedores – y sigo, no se alarme nadie – me planteo si a alguien se la pasa por la cabeza diseñar algo que ayude a estos pobres viejitos, que lejos de jubilarse, siguen y siguen trabajando con ilusión hasta el último de sus días o hasta que el cuerpo se rinda tras años y años de lucha.
Y a mí que me parecía un abuso el síndrome de “abuela – canguro” que se gasta estos días en España….