jueves, 25 de septiembre de 2008

viernes, 12 de septiembre de 2008

Y EL VERANO PASO....

Y durante estos últimos casi dos meses, hemos podido capacitar a unas cuantas niñas, casi todas ellas provinientes del hogar de embarazadas, que ahora ya son mamás y necesitan aprender rápidamente para poder empezar a ganarse la vida y sacar a sus niños adelante. La mayor de ellas tiene 18 años, cumplidos en Abril, si mal no recuerdo. Ahí van algunas fotos.


Esta que aparece en clase de informática - o sistemas, como se dice allí - tiene también su historia particular.

Ahora debe tener 16 o 17 años. Yo la conocí creo que debe hacer un año, aproximadamente, y para entonces, ya estaba en tratamiento como ex toxicómana.

Ella y otra compañera suya, van a la escuela y hacen una vida normal, mientras viven en un centro de acogida, superando uno de los mayores infiernos a una edad en la que otras chicas de su edad apenas han entrado en una discoteca o se han tomado una cervecita para ver cómo sabe y si se les sube a la cabeza.

Con 17 años esta niña ya sabe lo que es pasarlo mal, pero mal, en esta vida.

A Clara le ha sorprendido especialmente por su entusiasmo y su superación personal. A mí me ha ocurrido lo mismo.

A estas alturas del año, me temo que tengo que confirmar que Clara ha decidido finalmente darle un giro a su vida y volver a su tierra patria, o sea, aquí, a nuestra España querida y profunda, con lo cual, de momento nos vamos a quedar sin "sucursal".

No digo que temáis, no, pues alguna solución encontraremos, pero de momento, prefiero que no enviéis más dinero, pues va a ser difícil poderlo aplicar a corto plazo

No obstante, mi idea, si Dios / Buda / Alá quieren, es estar allí en enero del año que viene, para entonces, sí puede ser una buena idea hacer alguna pequeña recaudación, porque tendré la oportunidad de hacer y comprar cosas in situ. Y la quiero aprovechar !!!

Os mando un beso grande a todos, y en especial a mi querido tío Manolo, que desde el principio me ha mandado mensajes de apoyo de todas las formas, colores y texturas, y que en este momento se encuentra luchando en el hospital Puerta de Hierro por salir adelante.

Gracias a él, quizá alguno de estos niños encuentre pronto un trabajo y pueda salir de su triste realidad. Ojalá Dios le conceda la oportunidad de poder leer estas líneas, un día de estos.