martes, 22 de enero de 2013

29 SONRISAS EN PELIGRO DE EXTINCIÓN

Nos encontramos en la provincia de Chimborazo, Ecuador, en una comunidad indígena llamada Tzetzeñag, aproximadamente a una hora de distancia de la ciudad de Riobamba.
Es un ejemplo de cómo espacio y tiempo no siempre van de la mano... de igual manera que cuando uno se sube a un avión, en un par de horas puede aterrizar en lugar totalmente distinto, lo mismo ocurre aquí, sólo que el recorrido se hace primero por carretera, y luego por caminos rurales, algunos en muy mal estado.

El recorrido es hermoso. A ambos lados del camino se suceden una tras otra pequeñas lomas, montañitas de colores verdes en todas sus tonalidades.

Nuestro trayecto acaba en el centro infantil, la guardería de la comunidad.

Tienen en total 29 niños, entre los 6 meses y los 3 años de edad.


El centro está en mal estado, y nuestra intención es mejorar las condiciones del entorno de los niños, cambiar el suelo, pintarlo, hacer pequeñas reparaciones… en fin, adecentarlo supongo que es la palabra.

Pero nos encontramos con un problema:  la guardería es en realidad la casa comunal, el lugar donde habitualmente se reúne la comunidad para tratar de sus problemas y asuntos, y se niegan en rotundo a ceder el espacio a los niños con carácter exclusivo.

La coordinadora del centro nos cuenta que está permanentemente sucio, porque por mucho que se afanen en limpiar, los comuneros lo llenan todo de tierra, de polvo del campo que forma ya parte de sí mismos…. Se sientan en las pequeñas sillitas infantiles, que lógicamente sufren los efectos del sobrepeso… en fin, digamos que el lugar sufre por el uso que le dan.

En la comunidad hay dos pequeñas iglesias, una es católica, la otra, evangélica.  Ambas tienen sitio suficiente para toda la comunidad, pero la cuestión religiosa más que unirles los separa… Imposible por tanto utilizar estos espacios.
Por otro lado, si el centro no reúne unas condiciones mínimas de habitabilidad para los niños, es probable que acaben cerrándolo. En ese caso, 29 niños dejarán de ser atendidos, educados y alimentados. Volverán a sus casas, y algunos trabajarán en el campo antes de haber aprendido a hablar.

Ese será su destino, si es que sus vidas no acaban prematuramente, como las de dos niños de esa misma comunidad, que tras dedicar la jornada del sábado a limpiar botas en la ciudad decidieron descansar en un contenedor de basura… Y no cuento más.

Los niños son casi los únicos miembros de la comunidad que aún saben sonreír, ajenos a los problemas que se ciernen sobre ellos.

El problema no es tanto si la comunidad cederá finalmente el espacio, si podremos finalmente darle un toque de dignidad, el problema tiene mucho más fondo y viene dado por la visión que tienen muchos indígenas sobre la infancia.

En el camino de vuelta bromeábamos con esta cuestión, broma triste, pero cierta, y es que hoy por hoy parece una realidad, que si robas una gallina, o un cerdo, toda la comunidad sabrá darte un justo castigo, pero si robas un niño… Seguramente el castigo sea menor.

El trabajo con esta población no es de un día, ni de un año, ni tan siquiera de un lustro, diría yo.

La lucha diaria de ONGs  y entidades públicas por acabar con la desnutrición, con las enfermedades que acaban en muertes por no querer ir a un hospital, con la explotación de los niños como trabajadores, en el campo o en la ciudad, es una lucha de David contra Goliat.

Nada se puede hacer por cambiar el pensamiento de personas, como la viejita que me increpaba hoy, diciendo que nada le importan esos niños que no son sus nietos, ni sus hijos, ni sus sobrinos.

La esperanza del cambio está, como siempre, en la juventud, en ese chico de la gorra que me miraba asintiendo con la cabeza cuando defendía el derecho de los niños a estar en un espacio digno y adecuado, por encima de los intereses de la comunidad.

Y como en tantas otras cuestiones que hoy parecen frenar el desarrollo de los derechos del hombre, de su dignidad, concluyo que la única forma de solucionar el problema está en la educación.
Y quizá, cuando estos mismos niños estén en la edad, sepan criar a sus hijos con el cariño y el cuidado que a ellos no les supieron dar.



miércoles, 4 de julio de 2012

CASERITA... ¿ME COMPRA UNOS TOMATES?




 Si, ya sé que estamos en Riobamba, Ecuador, en medio de los Andes, y que esto se parece bien poquito a Cartagena… De hecho, parece mentira que estemos geográficamente tan “cerca” porque uno tiene más bien la sensación de encontrarse en otro planeta. Pero el espíritu de este blog es el mismo, y por eso el nombre permanece. 

Éste, en el que estoy ahora, es sin duda un planeta indígena, en conflicto con la sociedad mestiza que le rodea, y en conflicto permanente consigo mismo. A diario chocan las costumbres de unos y otros, en esta “urbe” que de ciudad apenas puede presumir ya, más que por la belleza de sus edificios en el centro histórico. Riobamba, “Sultana de los Andes”, primera capital del país, tuvo que abrir sus puertas a los miles de indígenas que, sin tierras cultivables o empleo en las antiguas haciendas, necesitaban ganarse el sustento de la forma que fuera: como estibadores, vendiendo cualquier clase de animal, lo que fuera....
Así han ido pasando los años, y es normal que un señor con corbata y iphone se cruce por el camino con una anciana indígena paseando dos cerdos para intentar venderlos en algún mercado. 
Muy cerca de donde vivo se encuentra uno de estos mercados, activo toda la semana, pero especialmente los sábados, en los que uno no puede ni plantearse comprar un kilo de tomates (un dólar de tomates, mejor dicho porque aquí la medida es el precio), a riesgo de ser pisado, hurtado, o sufrir una zancadilla de un pato, por ejemplo. Se trata del mercado de San Alfonso. 
La foto la tomé ayer, a eso de la una de la tarde. Estaba yo comprando dólar y medio de claveles cuando una vocecita de pitufo, casi inaudible se dirigió a mí: "Caserita, cómpreme unos tomates...". 
Miro a mi alrededor, no veo a nadie. 
Tuve que bajar bastante la vista para identificar a mi interlocutora. 
Lamentablemente una ya se acostumbra a ver niños vendiendo, limpiando zapatos, alguna vez he intentado hablar con ellos, saber un poco más del porqué están allí, si les mandan sus padres, qué hacen con el dinero que ganan, si van a la escuela...  No suelen decir mucho, supongo que por prudencia, en el fondo, saben que lo que hacen es ilegal. 
En este caso, la niña no era diferente. No hablaba demasiado. Me dijo su nombre, Paola y su edad: 7. 
La vendedora de flores me indicaba que estos días San Alfonso se estaba llenando de "guaguas" (niños, del kichwa "wawa"), porque están de vacaciones en el colegio, así que vienen sólos o con sus madres, a apoyarles en el negocio...  Conseguí que me acompañara, junto con su amiguita, a comprarles un yogur y un zumo, y después le pedí que me llevara donde estaba su madre. 
La madre, con otras señoras, venía evidentemente de alguna comunidad rural. En un gesto muy típico de aquí, estaba sentada sacando habas de sus vainas, para venderlas luego. No sé cuántos gramos pesará un dolar de habas, nunca compro... 
Le pregunté ¿esta niña es suya? Me dijo que sí, y cuando le recriminaba el hecho de tener vendiendo a una niña tan chica, a la que no podía siquiera controlar con la vista porque se encontraba en la otra punta del mercado, me ponía cara de no entender. 
"Esta niña debería estar jugando, no vendiendo tomates" . La madre sonreía, pero no decía palabra. La niña me miraba seria y pude ver sus manitas, negras como el carbón. Exactamente esas manitas sucias que causan luego tantas y tantas enfermedades gastrointestinales que en ocasiones suponen la muerte de un niño, si se encuentra en su comunidad rural y los padres no piensan ni por un momento en llevarle a un hospital. 
Son muchas las iniciativas que se han lanzado desde el Gobierno, sobre todo a través del Ministerio de Inclusión Económica y Social, pero es evidente que aún queda mucho por hacer. 
Y lo que queda es lo más difícil:  concienciar, a toda una sociedad, anclada en sus costumbres ancestrales (algunas muy loables y dignas de ser aprendidas por los no indígenas, otras, como esta, no tanto...) del verdadero valor que tiene un niño, más allá de su potencial como mano de obra barata. Cambiar esta visión por la de "un niño es un tesoro, y como tal lo debes cuidar" no se consigue de un día para otro. 
Mientras tanto, cientos de niños, tan jóvenes como Paola, siguen llegando a los mercados, venden chicles por la calle o limpian botas, manchados de betún hasta las pestañas, sin que nadie parezca conmoverse demasiado por ello. 
Por eso, desde Mundo Cooperante, intentamos buscar financiación para que nos ayuden a concienciar a estas madres, a toda su comunidad, a explicarles cómo están condenando a sus menores, y por tanto, al futuro de su sociedad, de sus tradiciones, a un final cada vez más cercano y más triste. 
Pero no basta con eso, porque estos niños trabajan en una ciudad donde también habitan numerosos mestizos, gente "civilizada" que debería también alzar su voz y defender lo que es justo. Defender a estos niños indígenas que son también parte de su "Sultana de los Andes" y que tendrían mucho que aportar en unos años si se les permite crecer y desarrollarse en un ambiente más tolerante, más solidario, más humano. 

Son realidades demasiado lejanas para algunos, y tan cercanas para otros, que ya no les llaman la atención. 

Yo no me cansaré de repetirlo. En Cartagena, en Riobamba, o en Shangai: UN NIÑO ES UN TESORO.


domingo, 10 de julio de 2011

¡¡ TODO SALIÓ BIEN !!

Dado que lancé por este medio mi inquietud por la operación de Ever, ahora aprovecho para informar del éxito de su operación.
Mañana lunes, con un poquito de suerte, ya lo mandan para su casa.
Ahora viene casi que la parte más difícil:

- Trabajo psicológico, porque aunque su pie no fuera útil, no deja de ser su pie, y una amputación siempre es traumática.

- Rehabilitación física, para poder poner a tono los músculos de su pierna "mala".

- Buscarle una prótesis.....

Su seguro médico esperamos que cubra al menos una parte de todo esto, pero la prótesis que le dan, si es que le dan una, suele ser de resina, o sea, de la peor calidad. Se estropean muy fácilmente y con frecuencia hacen daño al caminar.

Por eso el cirujano nos recomendó una en concreto. Estando en Cartagena la coticé y cuesta como 2.000 Euros más o menos. Ya en Colombia pude encontrar algún donante que se animó a colaborar, pero todavía no tenemos todo el dinero.... Así que si alguno se anima.... Cualquier aportación es más que bienvenida !!

viernes, 8 de julio de 2011

UNA ORACIÓN PARA EVER

Hoy día 8 de Junio de 2011, mientras escribo estas líneas, Ever Morales, uno de nuestros pequeños grandes héroes está siendo intervenido quirúrgicamente.
Le están cortando "la pierna mala" para poder ponerle una prótesis, en cuanto se pueda.
Ayer hablé con él para desearle suerte. No estaba nervioso por la amputación, sino por una aguja que le tenían que clavar en la columna para anestesiarle. Qué crack !!
En fin, estoy nerviosa, en un rato llamaré a Colombia para ver si hay alguna nueva, si alguien me puede decir que ya pasó todo, que todo salió bien.
Mientras tanto, no sabía que hacer y se me ocurrió simplemente escribirlo.
Dios de los cristianos, de los judíos, de los musulmanes, Señor Buda, Aláh, jehová, energía cósmica... dioses del Olimpo en general,
POR FAVOR, POR FAVOR, POR FAVOR, QUE TODO SALGA BIEN !!

sábado, 28 de mayo de 2011

EL PODER DE LA ROJA .......



Y éste es el siguiente ganador de la camiseta oficial de LA ROJA


Se llama Jordi (por favor que nadie me pregunte por qué, se llama así como podría llamarse Emerson, Edison o Galimatías). El caso, Jordi tiene 14 años, es el mayor de 7 hermanos, y el que se ha encargado de cuidarles todos los sábados por la mañana, durante los últimos 5 meses, mientras su madre, Nubia, venía a la capacitación de emprendimiento.


Le sorprendimos hoy, en el acto de graduación de su mamá, con este premio al apoyo materno.... Siento que la foto saliera tan mal, pero bueno, se nos adivina por lo menos, ¿no?


Y aún nos queda alguna más.... sólo necesito tiempo para repartirlas !!!

lunes, 9 de mayo de 2011

Paso a Paso



¡¡ Y seguimos informando !!



Veamos. Esta semana estuvimos Ever y yo en la Fundación Rei. Es una organización no lucrativa centrada en población discapacitada. Se ocupan de ellos en todos los aspectos de la vida, y desde que son bien pequeñitos.



En este caso, fuimos a ver qué posibildades hay de que Ever pueda hacer ahí su rehabilitación posterior a la cirujía, si puede también recibir el apoyo psicológico necesario, y finalmente, si podría obtener también una prótesis.



Parece que todo podría cumplirse - sueño hecho realidad - si los xxxmm)&&&& papeles del seguro social llegan un día de estos y podemos utilizarlos. Mientras tanto, Ever está sin cobertura y eso hace que tampoco podamos optar por otras prestaciones como las de la Fundación Rei, pero espero que en dos semanas como mucho, podamos ya decir que todo está cubierto y empezar a preparar la operación.



En la foto, Ever junto a uno de los empleados de la fundación, al que también le falta una pierna. Insistí en que hablara con él, que le contara cómo es la vida para alguien que puede finalmente caminar sin una muleta como eterna compañera.



domingo, 1 de mayo de 2011

TIME GOES BY.....



Doris muestra uno de los uniformes de colegio que fabrica por encargo
El trabajo de Dora Inés, en este caso en la mano de Noemí.





Sandalias hechas a mano por Enalba.



Más sandalias de Enalba


Enalba mostrando sus trabajos




Noemí, especializada en la fabricación artesanal de muñecas de trapo. No les falta detalle !!!!



Y por supuesto, Ever y sus lámparas de diseño japonés.



Cielo se llama esta sonriente enana, en la fiesta del día del Niño



Mamás de los niños caracterizadas para la obra teatral, sobre los derechos de los niños. El protagonista es un pollito del que se ríen porque lleva parches en sus desgastados pantaloncitos.




Madres, niños y profesionales disftrutando de la fiesta