miércoles, 19 de enero de 2011

CLASE DE SISTEMAS

Les presento a la pequeña Juliana Márquez.

Yo la conocía ya porque es una niña que forma parte del gurpo de apadrinados a los que apoyamos desde España.
Ahora de alguna forma su mamá también está "apadrinada" porque es una de las alumnas de nuestro proyecto de futuros emprendedores.


Su mamá, Margarita, es puntual y hasta ahora ha venido a todas las clases, lo cual es de loar en general, porque todas estas mamás han de buscarse la vida para que nadie las necesite durante 4 horas seguidas, 3 días a la semana, y eso no es nada fácil, y menos aquí.´
Así que tiene su mérito, pero en el caso de Margarita el mérito es triple, porque además de ser madre cabeza de familia tiene 2 hijos más, una de ellas, de 22 años, es tetrapléjica y requiere de su cuidado constante. Se quedó así un día, sin más. Nadie sabe por qué. Nadie puede curarla, al menos hasta la fecha. Esas tragedias que sólo pasan en el Caribe.

Margarita se levanta todos los días a las 4 de la mañana y lo primero que hace es cocinar pequeños bocados rápidos que luego vende. Con eso y algo de ayuda familiar, subsisten ella y sus tres hijos... Desde aquí intentaremos que ese pequeño proyecto que ya tiene se convierta en algo más rentable, más productivo, y por tanto, en algo que le permita vivir un pelín mejor.

La capacitación es su terapia.

La situación de su hija le deprime profundamente y hace que su cara normalmente muestre todo menos una sonrisa.

Sin embargo, estos días de hacer algo distinto, de asistir a clases, de aprender cosas nuevas, la están rejuveneciendo, y por primera vez desde que le hicimos la primera entrevista, la veo sonreír.
Mientras ella aprende qué es un computador y para qué sirve, Juliana juega solita y en silencio. Se ve que está acostumbrada a colaborar con su mamá. Un tesoro la madre y un tesoro la niña.

Y ésta otra, la de las gafas es Amelia.
Es "cabecilla" natural de un grupo de mujeres que viven en el barrio de La Boquillita, y hace artesanías, cose, tiene su pequeño hostal- restaurante - cabaña a la orilla del mar....
Amelia se quedó viuda hace un año. Su marido era el que se encargaba de llevar el negocio y la pobre se siente perdida. Por eso ha aprendido a hacer de todo, si no vende artesanías cose o repara prendas, y sino, hace comidas, y si no, te ofrece alojamiento.... Ganas de tirar para delante no le faltan.
Su hijo de 18 años, Juan Sebastián - Juanse - le ayuda con las comidas y las cenas. Hoy empezó en Actuar un curso de cocina básica, para el que hemos querido colaborarle con un 60% de la matrícula. Su sueño es ser todo un chef. Ojalá lo consiga.

Y este es Christian, el profe.
Al pobre le pillé de sorpresa por un pequeño problema de descoordinación interdepartamental, y no sabía que tenía clase ayer.
Pero respondió muy bien ante el imprevisto y enseguida lo preparó todo para ponerse a enseñarles a nuestros chicos (en este caso todo chicas, porque los pocos chicos que tenemos éstán exentos del curso o no pueden venir por la tarde) qué es eso de la informática, y el email, y el internet....
Mañana tenemos otra vez taller de refuerzo personal, a ver si me acuerdo y llevo también la cámara.
Desde aquí lanzo el mensaje a todos los que se metan en proyectos como éste: si las alumnas son madres, conviene contar con un servicio de guardería.... Lamentablemente en nuestro proyecto no está previsto, pero si vemos que realmente se convierte en un problema habrá que buscarle solución.
Mañana más !


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