LO QUE USTÉ QUIERA, TÍA

Empezamos a ver los primeros resultados productivos del mini taller de costura en el Hogar de la Troncal.
El objetivo es más que nada que las niñas aprovechen esos ratos muertos que tienen, sobre todo estos días que las clases no han empezado aún y están "de vacaciones".
Estamos cosiendo bolsitos para el celular, y se pretende vender los que se pueda antes de que yo me vaya (yo me llevaré unos cuantos para regalitos - souvernires, más otros tantos para vender)
Tengo la mala suerte de que justo las dos niñas que más participan en el taller están bien "piponas" y cualqueir día de estos darán a luz a sus bebés, así que ¡ tengo que aprovechar mientras aguanten esas enormes barrigas ! Les tengo prohibido parir antes de mi vuelta.
Hoy acabamos los 5 primeros bolsitos (prometo hacer fotos, pero es que le presté la cámara a otras de nuestras "ahijadas" para que hicieran fotos en su graduación de repostería) .
Cada bolsito es de su padre y de su madre, me encantan por eso. Pintan y bordan, desde calaveras hasta banderitas colombianas y una abejita cagando. (si, han leído bien, cagando).
Cuando les he preguntado a mis pilosas compañeras de costura sobre el uso que van a hacer de la plata que les de, ambas me contestan que prefieren que les haga un regalo, y que ellas simplemente disfrutan participando del taller.
Al final han considerado que lo mejor es que les compre algo para sus bebés.
No han pensado en nada para ellas, no piden dinero que se han ganado con creces, sólo algo para sus bebés.
Y me ha parecido admirable su gesto, teniendo en cuenta que sólo tienen 17 y 18 años y ambas dos tienen ya un hijo además del que está por llegar.
Toda una lección, y una vez más, soy yo la que aprende.
Para premiarlas por ello, a estas dos en concreto (Julibeth y Mayerlin) les caerá como premio una novela pues ambas disfrutan mucho de la lectura, otra cosa que también es digna de admiración !!!!!
Y mañana más.....