domingo, 27 de enero de 2008

BETHOVEEN 1 CHAMPETA 0

No las tenía todas conmigo, de hecho, pensándolo bien, todos los elementos estaban en mi contra.
Niñas obsesionadas con la música "champeta" - especie de regetón local - por un lado, por otro, empeñadas en ver películas de terror tipo Chucky o El Aro.... Y yo pretendiendo que se traguen, enterita, Copying Beethoven.
Mi ilusa intención no era otra que la de hacerles despertar algún interés, por mínimo que sea, en la música clásica, o en cualquier música que les resulte lejana, ajena a su realidad.
Les explico antes de verla que la música se escribe igual que las palabras. Que los sonidos y los ritmos se pueden poner sobre un papel de modo que el que los sabe leer interpreta esa música en su instrumento. Y de cómo un director de orquesta es capaz de coordinar todos esos instrumentos para darles instrucciones sobre cuando y cómo deben sonar.
Me miran asombradas, nunca nadie les había hablado sobre ese aspecto de la música, como otro lenguaje que uno lee, escribe y con el que se puede igualmente comunicar.
Después les explico quién era Beethoven y las dejo boquiabiertas cuando les cuento que se quedó sordo como una tapia cuando compuso esa música que en breve iban a escuchar.
Bien. En este contexto, imaginad que con el volumen al máximo apenas se oía, que teníamos 3 bebés llorones y 2 enanos juguetones reivindicando la atención de sus mamás. Y por supuesto, los vecinos con la Champeta de moda a todo trapo ..... La verdad, pensé que no aguantarían ni el primer cuarto de hora. Pero no fue así .....Y llegó el momento crucial en el que suena la novena sinfonía en ese teatro lleno de gente importante, en el mismísimo centro de Viena, y el silencio en la sala - cuna, donde estabamos viendo la peli, era absoluto.
Les pedí que cerraran los ojos y que sientieran la música en su interior, que se concentraran exclusivamente en lo que estaba sonando.
Y les gustó.
De hecho, cuando me marché aún quedaba algo de película por ver, y apenas una de las niñas giró la cabeza para despedirse de mí.
Ahora toda mi obsesión es comprar música clásica para ellas, aprovechando el interés que parece haber despertado en ellas.
Genial. Bethoveen 1, Champeta 0. Yesssss !!!!!!!!

2 comentarios:

ENRIQUE CONDE dijo...

querida Cuchi:

Tus noticias si que suenan a sinfonía, en este primer mundo llenos de agobios inventados, tu testimosnio me suena a música liberadora.
Ya he apuntado a tu amiga a la cita diaria de
www.nulladiessinnemeditatione.com

muchos besos

KikeCon

Unknown dijo...

Maite me maravilla lo bien que has sabido captar la atención de tus niñas. En cuanto vuelvas a Madrid (todavía no se cuando??) tienes que grabar un podcast con nosotros sobre tus experiencias en Colombia.

Besitos.